MEMORIAS DE UN CONVENTO

Compartim el següent article que ens envien, està escrit per Enric M. Cuñat i publicat al Lenvante a principis de Gener. 

L'article fa referència al futur del Convent i els esdeveniments que han marcat la seua història més recent. 

 

La Casa de los Gladiadores de Pompeya se ha desmoronado tras años de incuria y falta de mantenimiento. El ruido de su derrumbe ha sido amplificado por la prensa, y las declaraciones del presidente de la República de Italia, que calificó el hecho de vergüenza nacional, han motivado la inspección de la Unesco, que declaró la ciudad patrimonio de la humanidad. Y es que la conservación de monumentos exige atención constante y gasto sostenido. Sin embargo, sorprende que, con los ingresos que producen las visitas de turistas, no haya habido previsión suficiente para atender el mantenimiento de las venerables ruinas que resistieron la erupción del Vesubio.

La conservación del patrimonio es costosa y los responsables de su tutela tienen que persuadir a los ministerios de Hacienda de que las intervenciones restauradoras son inversiones productivas. ¿Cómo explicar el mantenimiento, o la restitución, de unas murallas como las de los castillos de Sagunto o de Xàtiva o lo que queda de las de Valencia y van saliendo a la luz, si no se explica la rentabilidad social y económica de su puesta en valor? Por eso muchas veces se justifica la intervención por el nuevo uso que va a darse al edificio restaurado o rehabilitado porque su antigua función como palacio, convento o baluarte defensivo ya no existe.

Hace unos días se publicitó el anteproyecto de restauración del antiguo convento de dominicos en Llutxent para su adaptación como hotel y escuela permanente de hostelería con un presupuesto de casi tres millones y medio. El convento desamortizado es propiedad de la Diputación de Valencia que, por tratarse de un Bien de Interés Cultural, tiene la obligación de conservarlo. Su conversión en establecimiento hotelero, con las indicaciones que pueda hacer la autoridad tutelar del patrimonio histórico, es inobjetable y mejor que otros usos recientes del edificio. El anteproyecto tiene la ventaja además de que puede revisar y ordenar las intervenciones que distintas escuelas taller han venido realizando en los últimos años en el cenobio y alrededores.

Uno teme que las necesidades del nuevo uso flexibilicen el rigor de la restauración y que se consoliden espacios y construcciones realizados cuando el convento estaba cedido a la Fundación Engelmaier. Por otra parte, por no estar clara la propiedad, no se prevé ninguna intervención en la iglesia excepto, tal vez, en la espadaña. No hay tampoco ningún estudio sobre la accesibilidad y la protección del actual camino empedrado y el espacio que pueda dedicarse a aparcamiento sólo queda indicado sin ninguna precisión constructiva. Se echa en falta también un estudio de la viabilidad del proyecto hotelero, con una previsión de 25 habitaciones dobles y 4 individuales, además de la escuela de hostelería y sus dependencias y el mantenimiento de actividades como el festival de música o el concurso de arroz caldoso. Sobre todo, si tenemos en cuenta experiencias fallidas en otros municipios como El Forcall, Morella o, más cerca, la propia Xàtiva o Aigües Vives, que han hecho que la Generalitat reconsidere actuaciones de esta índole. Hay como mínimo una descoordinación entre instituciones y nada se dice de la gestión, directa o por concesión, del hotel y de la escuela.

El período de información pública del anteproyecto abre la posibilidad de una discusión ordenada tanto sobre los criterios de intervención como sobre el uso futuro del convento a fin de que no se difumine su memoria.

Aprofitem l'entrada per adjuntar-vos l'enllaç d'un altre artícle del mateix columnista, que fa referència a l'Ermita. El podeu llegir ací.


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L'Equip de Llutxentparla